Posicionamiento público de la AFROntera ante el asesinato sistemático y la represión del gobierno fascisna uribista de Iván Duque
Desde AFROntera nos solidarizamos con el pueblo colombiano, con sus voluntades y sus incansables luchas, con sus voces, con su fuerza de seguir resistiendo en medio de la profunda represión y masacre sistemática del gobierno fascista de Iván Duque, nos unimos a la resistencia de sus incansables luchas por la vida y por seguir en pie en un contexto adverso donde las balas del Estado los quieren de rodilla. Lo sucedido en Colombia no es un hecho aislado que solo se subscribe a un asunto tributario, es tan solo un ejemplo más de la política neoliberal y necropolítica del Estado criollo colombiano, que se sostiene sobre la explotación y el exterminio de las vidas menos importantes, periféricas e indispensables para este régimen colonial que gobierna este error de mundo.
Lo que pasa en Colombia, como la gran mayoría de problemas multidimensionales en este planeta industrializado y raptado por élites políticas de la blanquitud, es un tema de racismo estructural y un efecto directo producido por el capitalismo como modelo económico depredador y de muerte, que se sostienen en la colonialidad y en el explotación de los cuerpos racializados y vulnerabilizados, que han sido periferizados y sugyudados a la miseria. Las políticas liberales de los gobiernos gestores de los Estado-nacionales, que impulsan medidas de ajuste estructural para recaudar y exprimir la no-vida de los que ya apenas sobreviven, son acciones de tanatopolíticas inscritas en la colonialidad del poder y en la matriz de dominación, que buscan a través de medidas económicas de control de parte de las instituciones del Estado, hacerle la vida más miserable, negar acceso a derechos básicos, negar derecho humanos, garantías y libertades fundamentales para la vida.
Una vez más queda demostrado que los derechos humanos son un discurso liberal, que solo son garantizados para las vidas importantes, para aquellas no negras, indias, prietas, mestizas, racializadas y empobrecidas. Las vidas arrebatadas y los cuerpos que caen en el territorio colombiano ocupado por la cloaca del maldito gobierno de Iván Duque y con el apoyo del nazi de Álvaro Uribe, son las vidas que nadie llora, recuerda ni lamenta, son las vidas de los emporecidos por el capital racial.
No estamos ante cualquier cosa, la gente que está siendo reprimida y asesinada en las calles de Colombia, son personas que ya no tienen nada que perder, personas empobrecidas, racializadas y subalternizadas, que no luchan contra un gobierno en lógica de bandos partidarios e ideológicos, como ha querido hacer creer la narrativa fascista uribista, diciendo que quienes están en las protestas son adversarios políticos, sino que quienes están en la calle están luchando por su techo, por la comida, por el agua, por la salud, luchan por sus vidas, porque una forma de asesinar también se hace dejando morir y negando acceso a derechos.
Condenamos con toda nuestra ira y rabia, la represión policial y el despliegue del aparato coercitivo militar y su brazo armado que contra cualquier principio y respeto a la vida, las están quitando. Esto demuestra quienes son humanos, y el valor que tienen los sujetos no hegemónicos en un mundo donde para vivir es necesario poner plata en un contrato social blanco.
No llamaremos al Estado ni a la comunidad internacional a que respeto, porque sabemos bien que al Estado solo se le combate, sin embargo les recordamos que aún hay resistencia y que la protesta social, la libertad de expresión y libre manifestación, poniéndolo en sus términos, es un “derecho humano”, y que nuestra fuerza de salir y alzar la voz es una muestra del hartazgo colectivo generalizado que evidencia la insostenibilidad de la vida en los marcos represivos – institucionales del poder de los Estados.
Dos de las integrantes de nuestra colectiva son colombianas, y estamos profundamente tristes y adoloridas por lo que sucede, YA NO MÁS, YA NO NOS MATEN MÁS, YA DEJEN DE MATAR A NUESTRA GENTE.
MUERTE AL ESTADO COLOMBIANO.